1.- Manternos en la congregación donde hemos atendido el llamado. (He. 10:25).
para poder conocer lo que ella dice de Dios, y de Jesucristo, con respecto a nuestra salvación. (Jn. 5:39; Hch. 17:11).
Necesitamos una comunión personal con dios, diariamente. (Dn. 6:10; Hch. 10:2; Ef. 6:18; 1Ts. 5:18; 1Ti. 2:8; Stg. 5:16).
El bautismo es un testimonio de arrepentimiento, y creer en Jesucristo. (Mr. 11:4-5; Hch. 8:35 -38). Significa que hemos muerto al pecado, y resucitado en una nueva vida en Jesucristo. (Ro.6:3-4; Gá. 3:27; Col. 2:12).
Es necesario que prediquemos, el evangelio de las buenas nuevas de salvación, andando en amor, bondad, humildad, y en misericordia.
(Is. 52:7; 61:1-3; Nah. 1:15; Mr. 16:15; Hch. 10:42; Ro. 10:15).
Como nueva criatura debemos olvidar la vida pasada, y todas esas cosas que acostumbrábamos hacer, como creyentes debemos separarnos de estas cosas. (Ro. 6:6; 11-13; Col. 3:5-8; He. 12:1).
Es necesario que la congregación de Dios, Sea Sustentada, por sus miembros, para poder suplir toda necesidad. (Gn. 14:20; 28:22; Lv. 27:30; 2Cr. 31:4-6; Mal. 3:10; Hch. 4:32-35).
Por:
Hno. Pío Rodríguez
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